El Plan de Automatización ha conseguido que más del 85% de los envíos sean tratados de forma automatizada. Esto da una mayor estabilidad en el proceso logístico y de distribución, mejora los niveles de calidad, facilita un mayor control y seguimiento de la producción, reduce el número de correspondencia mal encaminada, la correspondencia llega a los centros de reparto en menos tiempo y con un nivel de clasificación más amplio. Esto es posible por la construcción y puesta en marcha de los 18 centros de tratamiento automatizado (CTA), que constituyen la columna vertebral de Correos en la actualidad.
En enero de 2001 comienza el plan con la adquisición de 42 equipos (21 líneas de clasificación) con tecnología OCR de reconocimiento óptico de caracteres con destino los centros de Oviedo (Llaneras), Madrid, Tenerife y Valencia, Vitoria, Barcelona, Sevilla y Granada. En 2003 se amplía con 24 equipos (12 líneas de clasificación) para los centros de Valladolid, Santiago,
Zaragoza, Mallorca, Alicante, Las Palmas, Mérida, Bilbao y Málaga. Estas máquinas eran capaces de clasificar más de 15 millones de cartas al día.
Cada línea de clasificación está compuesta de dos máquinas: IRV y FSM.
IRV es la maquina integrada de lectura y videocodificación, donde se introducen por primera vez las cartas. Dispone de un sistema OCR (reconocimiento óptico de caracteres) que lee la dirección del envío y la imprime en forma de código de barras en el anverso de la carta. Una vez codificadas pasan a un preclasificador que las almacenan por programas Nacional, Provincial y Local.
Parte de las cartas contenidas en los programas nacional y provincial y todas las de local pasan a la Maquina de Clasificación Final o FSM, que se utiliza para la clasificación de los centros de Correos locales.
Correos adquirió también a finales de 2001 quince maquinas faciadoras/canceladoras para el pretratamiento automático del correo de buzón en los centros automatizados. En 2004 se incorporan otras cuatro máquinas que se instalaron en los centros de tratamiento automatizado de Madrid y Barcelona. En 2005 se adquieren ocho maquinas segregadoras-faciadoras-canceladoras (CFC) de alto rendimiento para el tratamiento automático de la correspondencia depositada en buzones. Se instalan en los centros de tratamiento automatizado (CTA) de Málaga, Palma de Mallorca, Santiago de Compostela, Sevilla, Valencia, Valladolid y Zaragoza, para sustituir a las entonces faciadoras-canceladoras, y en el de Alicante.
Las maquinas CFC separan (segregan) el correo procedente de buzones en formatos, el sistema de faciado reconoce el signo de franqueo que es cancelado.
Para el tratamiento y clasificación del correo NO normalizado (envíos con formato flat) en abril de 2002 fueron adquiridos 7 equipos TOP 2000 para los centros de Madrid, Barcelona, Vitoria, Valencia y Sevilla, y en el cuarto trimestre de 2002 otros 10 equipos destinados a los centros de tratamiento postal de Valladolid, Santiago, Zaragoza, Alicante, Granada, Oviedo, Mérida, Illes Balears, Las Palmas y Tenerife.
Este desarrollo del Plan de Automatización ha hecho que crezca el número de carteros que recibe el correo clasificado directamente a su sección de reparto, de manera que la mayor parte de la plantilla total de reparto en las zonas urbanas han visto reducidas sustancialmente la carga en labores internas de clasificación interna de clasificación previa.
El Plan, con desarrollo continuado, contempla, también, sistemas de automatización de la clasificación de contenedores (bandejas). Así, las bandejas debidamente etiquetadas por la oficina o unidad de origen que tengan entrada en los CTA se introducen en una cinta transportadora, pasan por un lector de código de barras que lleve aquella etiqueta y serán clasificadas para que se dirijan automáticamente al lugar donde será tratado el correo que contienen.